GARRICK IN THE CHARACTER OF RICHARD III

Materia: Grabado calcográfico de la primera mitad el siglo XIX. Dibujado por William Hogarth. Grabado por William Hogarth y Charles Grignion.

Publicación: London, Baldwin Craddock & Joy, 1822.

Técnica: Grabado calcográfico dibujado por el inglés William Hogarth con la colaboración de Charles Grignion.

Medidas: 48 x 65'5 cm [papel], 42 x 52 cm [plancha].

Otros datos: David Garrick fue uno de los actores más famosos de siglo XVIII, gran amigo de Hogarth e íntimo del círculo de literatos del momento. Ricardo III fue el papel por el que obtuvo grandes elogios por primera vez, en su debut en Goodman's Fields en octubre de 1741. Esta vista muestra a Ricardo en su tienda frente a Bosworth Field, retrocediendo horrorizado ante la contemplación de sus crímenes. Hogarth ha representado el cuerpo de Garrick contorsionado en su famosa línea de belleza 'serpentina', siguiendo la famosa ‘curva serpentinata’ renacentista. Más tarde hizo de esta forma la base de su tratado teórico 'El análisis de la belleza' publicado en 1753. Esta primera gran imagen de Shakespeare no es sólo un retrato, sino también una gran pintura histórica en la que Hogarth enfatiza la importancia de Inglaterra.

Biografía del autor: William Hogarth (Londres, 1697-1764) fue un pintor y grabador inglés. A partir de 1720 comenzó a trabajar en Londres como grabador, oficio en el que se había formado y que compaginó con la asistencia a clases de pintura en la Saint Martin's Lane Academy y en el estudio de sir James Thornhill, con cuya hija se casó en 1729. En los inicios de su actividad como pintor trabajó como retratista, con obras que en algunos casos alcanzaron un éxito considerable. Hombre extraordinariamente inquieto y muy descontento con la sociedad de su tiempo, decidió poner su arte al servicio de la sátira y la crítica social. Comenzó así la realización de series de telas sobre un mismo tema, que asimiló con representaciones teatrales, de modo que estableció un paralelismo entre cuadro y escenario, figuras y actores. La riqueza de detalles y matices psicológicos, así como la intensidad dramática y el acierto compositivo contribuyeron, sin duda, a la buena aceptación de estas obras, que constituyen un punzante retrato de la sociedad inglesa de la época. A partir de 1735 dirigió una academia de pintura que fue la precursora de la Royal Academy.

Referencias: Paulson 165.

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